Análisis del "Inferno de Dante"


EL INFIERNO DE DANTE

Estamos ante una obra del siglo XV del pintor Sandro Botticelli, basado en la “Divina comedia” de Dante Alighieri.

El cuadro describe la visión en el infierno. Es una representación visceral, palpable e inolvidable del infierno retratada por Botticelli. Esta representación consistía en un embudo subterráneo de sufrimiento: un desolador paisaje de fuego, azufre, monstruos.. y el mismísimo Satán en el centro. En el foso podemos observar nueve niveles, los nueve círculos del infierno, en los cuales se distribuían los pecadores de acuerdo con la profundidad de su culpa, cuanto más se desciende, peor era el castigo. Esta visión del infierno proviene del pensamiento basado en la visión aristotélica-tomística.
Algunos pecados serían nacer privado de la fe, la lujuria, avaricia, pereza e iracundia, la herejía, la malicia, hipocresía, fraude, traición…
SIMBOLOS

Botticelli representa el infierno en forma de embudo como una manera de transmitir que contra mayor era el pecado, más estrecho se hacía el lugar donde había que estar, y por ende, mayor imposibilidad de escapar. Una teoría nos propone que el infierno está representado como un cono inverso debido a que en la cultura griega se suele representar el cono como símbolo de virilidad y por lo tanto un cono invertido sería un símbolo relacionado con la feminidad de la mujer, eso sumado a la creencia cristiana de que la mujer original, Eva, fue la desencadenante del pecado, podría explicar la decisión del autor.
Cada nivel está formado por un círculo, el signo del todo y del cielo. Por lo tanto, significa el símbolo de lo sagrado y la perfección: Dios, “cuyo centro se encuentra en todas partes y cuya circunferencia se encuentra en ninguna”. Además, al no tener principio ni fin, el círculo significa también la eternidad de un castigo eterno.
Vamos a centrarnos en Satán, en como Botticelli representa e identifica a Satán. El diablo adquiere esa imagen de macho cabrío con cuernos y cuerpo de cabra para los cristianos, porque relacionamos al diablo con la maldad y los desastres naturales, y eso en la cultura griega estaba representado por Pan, un sátiro. Satán está cargado de simbolismo; el hecho de que tenga tres cabezas le colocaba en perfecto equilibrio con la triple gloria de la Santísima Trinidad. También que esté devorando hombres es una imagen común de la Edad Media, asociado a la Peste Negra, las tres bocas simbolizan la eficiencia con la que la plaga diezmó la población. También podemos observar que uno de los hombres que está siendo devorado es Judas, una representación típica de Botticelli, como castigo por traicionar a Jesús. En las bocas laterales,con la cabeza hacia afuera, están Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, que conspiraron contra César y, por tanto, son los traidores del imperio.
El cuadro tiene un tono apagado, un tono que transmite tristeza y malestar, ya que el infierno se supone como el peor destino de los hombres.
Desde nuestra opinión, éste es un cuadro que merece la pena estudiar puesto que esconde grandes reflexiones internas del propio autor sobre la vida y la justicia social.


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